La comodidad y el tesoro de la supervivencia

El exceso de confort es un problema del primer mundo que nos corrompe y nos impide liderar nuestra vida. Aprender sobre supervivencia nos reconecta con nuestra esencia y valores. Nos incentiva a retarnos y ver de lo que somos capaces.

Amanda Brackelmanns (Alpha Crucis Supervivencia)

10/23/20231 min read

Todo ser vivo lleva la palabra supervivencia consigo hasta su propio fin. No terminamos nunca de entender el por qué de la vida, pero con solo observarla sabemos que su mayor sentido conocido es el desarrollo, la evolución, la superación en un proceso de mejora continua en este terreno de juego que es nuestro planeta.

El ser humano es un ejemplo de esa superación, pero no sabemos decir en qué momento nos hemos salido del camino. Los únicos seres capaces de cuestionarse sobre su propia existencia, de crear arte, medicina, filosofía, construir imperios… Nos vemos ahora dentro de las grandes ciudades en una extraña decadencia, indiferencia por los nuevos retos, que como siempre en la Historia vienen a desafiarnos. ¿Dónde está nuestro sentido de pensar en grande?

Muchos hemos sucumbido al confort y la gratificación constantes como sociedad, dos elementos que nos destruyen por completo: nuestra autoestima, felicidad y salud. Somos máquinas de enfrentamiento contra la adversidad y necesitamos entrenamiento constante, necesitamos objetivos y disciplina.

Cada vez hay más estudios que corroboran lo necesario de exponerse a la dificultad, y la naturaleza como una de ellas; lo importante que es para nuestra salud física, mental y emocional, incluso espiritual, si tú contemplas este aspecto. También lo necesario de cierta austeridad en nuestras vidas, rectitud en nuestra alimentación, etc. Experiencias de varios días de supervivencia deportiva te ayudan mucho a conocer estos beneficios, igual que lo hice yo, y a darte cuenta de hábitos que te dañan en tu día a día. Adquieres claridad mental y autodominio, terreno fértil para que seas capaz de elegir el camino más adecuado en tu vida.

¿Qué tal si tomamos más decisiones en pro de ser mejores personas, de alcanzar nuevas cotas, de dejar un mejor legado igual que vienen haciendo nuestras generaciones precedentes, en vez de pensar para qué vas a esforzarte, y ser un experto de las excusas? En el primer mundo, somos esclavos de la gratificación inmediata, y es un asunto serio a nivel individual y global, pues nuestros valores definen la dirección.

Estas reflexiones son las que me vienen a veces en mis salidas, cuando haces kilómetros para buscar un punto, pasas la noche acompañado de una simple taza caliente y duermes con cierto frío, en silencio y piensas, como desperdiciamos la vida yendo detrás de quimeras envueltos en el miedo al dolor.